Patricia Heredia es ingeniera en telecomunicaciones y divulgadora científica española. Además, es cofundadora de MiniVinci, una empresa tecnológica y educativa con el objetivo de acercar a tecnología niños y jóvenes.

Valeria Corrales, es estudiante de 3º ESO y una de las personas más influyentes en la ciencia para la revista FORBES.

Juntas, han creado ValPat, un canal que tiene como objetivo motivar e inspirar a niñas y niños, para que entren y se apasionen por el mundo de la tecnología y la robótica. 

Fue en el verano de 2017, donde Patricia conoció a Valeria en un taller que impartía la ingeniera, donde solo había dos niñas y todo el resto eran niños. Así pues, ese encuentro fue un flechazo. “Conocernos fue el empujón que hizo que me lanzase a emprender, dejase mi trabajo y aquello que había probado durante el verano con decenas de niños, lo tenía que hacer realidad en el lugar al que me hubiera gustado ir de pequeña” confiesa Patricia.

Desde entonces, empezaron a hacer proyectos juntas y grababan de manera muy simple, con vídeos de apenas 15 segundos. En noviembre de 2017, dieron su primera charla juntas en el Women Techmakers Zaragoza y recibieron tal feedback positivo que pensaron que era necesario divulgar todo lo que hacían de una mejor manera, compartiendo las plataformas que descubrían para que muchas otras niñas y niños pudieran usarlas desde sus hogares. Así es como surgió su proyecto ValPat STEAM.

El objetivo del canal siempre ha sido inspirar y motivar a niños y, sobre todo a niñas, a que se introduzcan en el apasionante mundo de la tecnología. Romper los estereotipos existentes en las disciplinas STEAM y servir de referentes a otras niñas para que vean que la ciencia y la tecnología es muy divertida, creativa y social.

 “De lo que más orgullosas estamos es del impacto que estamos teniendo en las niñas, es algo que medimos de manera subjetiva pero sí que sabemos que existe porque recibimos comentarios de familias que nos dan las gracias porque sus hijas se han empezado a interesar por estos temas gracias a nuestro contenido. Hay veces que hasta las propias niñas nos envían algún correo contándonos que hacen y eso nos encanta” comenta la joven Valeria. A su vez, Patricia añade “creemos que impactamos enseñándoles a las niñas que el mundo STEAM es divertido, que es alcanzable, que podrán hacer muchas cosas en el futuro gracias a la tecnología, y que es también es un mundo para ellas. Al ser ambas líderes de este proyecto, una niña de 14 años y una ingeniera, actuamos como rol-model en el área científico-técnica”.

Con más de 12.000 suscriptores en YouTube, es evidente que la pareja científica tiene una gran comunidad de seguidores fieles pegados a las pantallas esperando sus contenidos. “Estamos muy contentas por la repercusión y reconocimientos que estamos recibiendo, porque pone en valor todo el trabajo que llevamos haciendo desde hace 5 años y al que dedicamos muchas horas a la semana. Nuestro objetivo siempre ha sido el poder llegar al mayor número de niñas, para que descubran todas las cosas tan increíbles que pueden hacer con tecnología, con lo que cada reconocimiento nos ayuda a conseguir más apoyos y así podremos llegar a más gente con nuestros vídeos” afirman ambas.

“Cuando recibimos tantas palabras de apoyo de familias y gente que conoce lo que estamos haciendo, nos motiva mucho a seguir trabajando duro. Estos mensajes son nuestra mejor recompensa”

Puede resultar curioso como una estudiante que está cursando la secundaria tiene tanta pasión por la ciencia siendo tan joven. Valeria tiene claro cómo comenzó su interés por esta rama y todo se debe a una muñeca. La oscense comenta que sus padres le regalaron una muñeca ingeniera que se llamaba “Goldie Blox”, vestida con un mono y un cinturón de herramientas, y que incorporaba muchas piezas diferentes.

“Yo buscaba videos en YouTube para montar cosas con esas piezas como carrozas o tirolinas, y después montaba a la muñeca encima. Me divertía mucho con las creaciones. Como mis padres vieron que me gustaba eso, buscaban materiales sobre tecnología que pudiera utilizar y empecé con unos tutoriales como juegos de programación super sencillo en webs como Code.org y Tynker.com. Fue unos meses después cuando conocí a Patricia en un taller de robótica que se celebró en Huesca. Conectamos y desde entonces hasta ahora no hemos parado de inventar, programar y divertirnos”.

Cuando hablamos de brecha de género en el ámbito STEM, puede surgir la incertidumbre de conocer si este problema se viene arrastrando desde la educación y la modalidad de aprendizaje que se imparte en los colegios e institutos. Valeria nos cuenta que cada vez hay más extraescolares y asignaturas sobre tecnología y robótica, aunque todo depende del centro escolar. En su caso aprendió tecnología desde muy pequeña, pero no fue porque se lo enseñaran en el colegio. Ahora que estudia en la modalidad online, afirma que tiene mucha flexibilidad y puede dedicar más tiempo a aprender distintas disciplinas tecnológicas junto a Patricia.

“Igual si las niñas desde que son pequeñas ven en el colegio lo divertida que es la tecnología, tendrían más interés cuando crezcan”

Según cifras de la UNESCO, las mujeres representan en el mundo solo el 35% de quienes cursan estudios de enseñanza superior en STEM y menos del 30% de los investigadores científicos. Frente a estos datos tan bajos, Patricia y Valeria siguen aún sorprendidas por ello y creen que los estereotipos de género afectan a la experiencia del aprendizaje de las niñas, limitando sus opciones educativas posteriores.

En el caso de Patricia, que cuenta con una amplia y dilatada experiencia profesional en el sector STEM, la visibilidad y la presencia de mujeres a lo largo de sus diferentes etapas ha sido siempre muy escasa. “Siempre he estado rodeada de chicos. En el instituto cursaba asignaturas como electrotecnia y mecánica y no había chicas, en la carrera éramos también muy pocas, y en el trabajo cuando desarrollaba sistemas en los trenes era incluso la única mujer. Hay veces que me sentía un poco aislada, pero lo veía como algo normal. Tiempo después, me di cuenta de que eso que sentía no era lo normal y fue cuando pensé que quería aportar algo para poder cambiar las cosas en ese sentido”.

Patricia comenta además que, aunque es consciente de que se ha avanzado bastante en este tema, aún queda mucho por hacer. Así pues, hace hincapié en que, en la actualidad, todavía hay mujeres ingenieras o profesionales en un campo técnico, que, en ocasiones, tiene que justificar una decisión técnica cuando a su compañero del sexo opuesto no se le pide que lo haga. “Compañeras desarrolladoras que divulgan contenido en YouTube reciben comentarios despreciando su profesionalidad en programación por el hecho de ser mujeres. En mi caso, creo que ser consciente de la situación, me ha hecho no dudar tanto de mí misma, acabar con el síndrome del impostor y realmente creer que estamos capacitadas de sobra para la tarea que nos atañe. Creo que también es importante apoyarte en una red o una comunidad de mujeres con las que compartas ese interés por la tecnología. Esto te hace ver que no estás sola y te empodera para afrontar este tipo de situaciones”.

Admiten estar ante un mercado laboral muy cambiante, pero lo que está claro es que muchas de las nuevas oportunidades de empleo se están produciendo en ocupaciones relacionadas con la creación y el uso de la tecnología. El desconocimiento sobre lo que significa trabajar en estas áreas y qué habilidades se precisan, es uno de los obstáculos que hace que las jóvenes no sigan carreras en estas áreas y esto puede significar que no accedan a estas nuevas oportunidades”

“Es importante que las familias y educadores vean que hay que incentivar estas profesiones. Para las mujeres significará un balance entre trabajo y vida personal que les permitirá desarrollarse a la vez que tener un sueldo competitivo en el mercado”

Tanto Patricia como Valeria han logrado identificar una serie de obstáculos existentes que pueden llegar a afectar a la brecha de género en el sector, como la falta de referentes cercanos y actuales, los roles sociales como juguetes o actividades estereotipadas, el desconocimiento del tipo de profesiones, el pensar que hay que ser muy buena para poder programar, creer que se trata de algo muy difícil e infravalorarse en poderlo conseguir o decantarse por disciplinas más humanas, sociales o creativas pensando equivocadamente que la tecnología las aleja de esto.

¿Cómo podemos ponerle solución? Ellas lo tienen claro. Proponen fomentar el interés por la ciencia y la tecnología desde edades tempranas; ofrecer ejemplos a seguir, ya que se ha demostrado que las niñas que tienen referentes femeninos actuales tienen más probabilidades de escoger profesión en este campo; y crear redes de apoyo, para que no se sientan “raras” porque les guste la tecnología.

“Cuando niñas y niños coinciden en una actividad científico-técnica, no creo que haya diferencias salvo las que cada persona tenga por su propia afinidad a determinados temas. Aunque la opción de que coincidan chicas y chicos en actividad de este tipo no suele darse al 50%, la realidad es que se acercan un porcentaje mucho más alto en niños. Es tarea de las familias y educadores brindar esta oportunidad también a las niñas a que lo prueben. Siempre recordaré que una niña con la que coincidí dijo una vez “a mis compañeros los apuntan y nosotras tenemos que pedirlo”” afirma Heredia.

Entre las personas más influyentes en la ciencia para la revista FORBES

El pasado mes de enero, la revista Forbes dio a conocer la lista de los ‘changemakers’ de 2023, profesionales que destacarán este año por su capacidad para transformar la realidad y dirigir a la sociedad civil, con su visión y trabajo, hacia un futuro más prometedor. Valeria aparece por primera vez en esta lista junto a otros reconocidos compañeros como la científica Nuria Oliver o los astronautas Pablo Álvarez y Sara García. Con tan solo 14 años, la joven es identificada como una de las personas más influyentes en la ciencia.

“La verdad es que fue inesperado y estoy muy sorprendida y, a la vez, estoy super contenta. En la lista hay un montón de gente crack y a veces pienso que no me merezco estar con esta gente tan importante, pero por otro lado esto me motiva a seguir trabajando mucho más. Lo que más me gusta de esto es que da mucha más visibilidad a nuestro proyecto ValPat y nos gustaría que nuestro canal pudiera llegar a todos los colegios de España y que muchos más niños y niñas puedan aprender cosas de robótica y de programación gracias a todo lo que compartimos” comenta Valeria.

Mujeres Tech: ¿de qué se trata?

Patricia es cofundadora de Mulleres Tech, una comunidad sin ánimo de lucro creada para dar visibilidad a las mujeres que se dedican a la tecnología en Aragón de forma profesional o aficionada. Una asociación que fue impulsada por un pequeño colectivo de mujeres preocupadas por la escasa presencia femenina en el sector tecnológico. Mediante acciones como el evento Women Techmakers, pretenden fomentar la participación activa de las mujeres en la tecnología y servir como referente e inspiración a las más jóvenes. “Estamos consiguiendo impulsar las relaciones entre mujeres del ámbito tecnológico, compartir experiencias, visibilizarlas y darles voz, promover referentes para las más jóvenes y que vean que están de sobra capacitadas para trabajar en el sector”.

¿Hay mujeres suficientes en la actualidad que pueden servir como ejemplo en el sector?

Tal y como mencionaban Patricia como Valeria, uno de los obstáculos que origina la brecha de género es la falta de referentes femeninos en el sector STEM. Muchas mujeres y jóvenes muestran su preocupación frente a ello, pero,¿hay mujeres suficientes en la actualidad que pueden servir como ejemplo en el sector?

Sí, hay muchas mujeres en campos científico-técnicos, todas ellas muy potentes. Hasta hace nada, en los libros no aparecían muchas mujeres en ciencia o tecnología, pero poco a poco y, gracias a actividades de visibilización, las niñas empiezan a conocer a Heidy Lamarr, Ada Byron o Ángela Ruiz Robles entre otras. Y, aunque esto es importante, es también fundamental dar a conocer a mujeres de la actualidad en el campo de la tecnología, sobre todo para niñas como Valeria que vean que sí pueden parecerse a ellas” afirma Patricia.

Así pues, cuando se le pregunta a Valeria quienes son sus referentes, el agradecimiento a sus padres está muy presente. Ni mi madre ni mi padre se dedican al mundo de la tecnología, pero ellos siempre han puesto a mi alcance cosas porque han visto que me gustaban y, del mismo modo, me acercaron a mujeres como Cristina Aranda o Patricia Heredia. Mujeres cercanas, que también son de Huesca como yo y se dedican al mundo de la tecnología”.

A su vez, Patricia nos confesaba que “cuando era pequeña, creo que mi mejor referente fue Cristina Cañardo, mi profesora de matemáticas del colegio. Era fascinante poder resolver problemas complejos y reales simplificándolos a número. En la actualidad, mis compañeras y amigas de Mulleres Tech se dedican a campos muy diversos de la tecnología y me inspiran cada día con sus logros, aprendo con ellas y es genial tener un apoyo dentro de este mundo y sentir que no «eres un bicho raro»”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *