Las empresas de todos los sectores están impulsando sus esfuerzos para aumentar la representación de las mujeres centrándose, principalmente en dos objetivos: contratarlas en puestos de entrada y establecer la paridad en los puestos de dirección. Pero una investigación ha descubierto que muchas organizaciones no dan en el clavo en un momento clave: el avance equitativo en la promoción temprana. En todos los sectores y funciones, sólo 86 mujeres ascienden a puestos directivos por cada 100 hombres en el mismo nivel. En las funciones técnicas sólo 52 mujeres son ascendidas a gerente por cada 100 hombres. El resultado es que un gran número de mujeres abandonan estos campos técnicos.
La importancia de la diversidad en el mundo de la tecnología es clave. Los equipos diversos pueden ayudar a las nuevas tecnologías, que son un elemento siempre presente y en constante expansión de la vida moderna. La inteligencia artificial (IA), por ejemplo, tiene un enorme potencial para ayudar a los humanos a tomar decisiones justas e imparciales, pero sólo si los propios sistemas de IA no están impregnados de prejuicios humanos y sociales. Se descubrió que un algoritmo de contratación -en una empresa de tecnología- penalizaba a los solicitantes de universidades femeninas. Su desarrollo se interrumpió posteriormente, pero el ejemplo muestra cómo la IA no sólo puede incorporar prejuicios, sino también desplegarlos a gran escala. A la inversa, la IA puede identificar y reducir los prejuicios humanos. Y los sistemas de IA pueden mejorarse para evitar que los sistemas refuercen los prejuicios sociales y creen otros nuevos. Las disciplinas tendrán que colaborar en las mejoras técnicas, las prácticas operativas y las normas éticas para conseguirlo.
En este sentido, la paridad se perfila como el gran caballo de batalla a conseguir en el sector de la innovación. Las mujeres obtienen aproximadamente la mitad de los títulos de ciencias e ingeniería, pero representan menos del 20% de las personas que trabajan en estos campos, y las que siguen esta carrera pueden ser a menudo la única persona de su género en una sola aula. Sin duda, retener a las mujeres en los puestos técnicos es crucial para que las organizaciones alcancen la paridad de género no sólo en la cúpula directiva, sino también en toda la plantilla. Sin embargo, esto no puede ocurrir si las empresas no retienen y promueven a las mujeres en puestos técnicos -y las ven como innovadoras- al principio de sus carreras. La tarea no es sencilla. Requerirá el compromiso de la dirección, así como un enfoque sistémico que incluya un acceso equitativo al desarrollo de habilidades, un proceso estructurado que debiere a los ascensos y una fuerte cultura de apoyo a las mujeres.
Y para que todo esto ocurra, es necesario derribar barreras. Las tecnologías de IA tienen un enorme potencial para contribuir a la economía mundial. Para las mujeres, la automatización no sólo presenta innumerables oportunidades, sino también nuevos retos que se suman a los ya existentes. McKinsey calcula que entre 40 y 160 millones de mujeres de todo el mundo podrían tener que pasar a desempeñar funciones más cualificadas de aquí a 2030, y para ello tendrán que ser expertas en tecnología, tener movilidad y estar capacitadas. Si hacen la transición con éxito, necesitarán acceder a mejores puestos de trabajo. Sin embargo, las mujeres se enfrentan a barreras omnipresentes que requerirán nuevas soluciones concertadas y creativas para permitirles avanzar en nuestro mundo cada vez más automatizado.
Desde Margarita Bly trabajamos cada día para luchar contra esto e incentivar a mujeres y niñas a perseguir sus metas.